jueves, 22 de octubre de 2015

¿Qué hay de nuevo en octubre, viejo?

He pensado que lo malo de un blog que hable sobre el mundo del libro es que puedes estar hablando de lo mismo durante meses y no darte cuenta de que aburres. También hay épocas en las que todo es movimiento y que mi capacidad para pensar temas de los que escribir se vuelve casi absurda en su magnitud; y luego tenemos otras en las que no sale nada. Quizás es porque estoy leyéndome Palabras Radiantes y esa lectura absorbe un poco de mi ser cada día que pasa. Imagino que la podré tener terminada para cuando acabe el mes, poco me pasaré.

En todo caso, he pensado que cada mes, en alguno de los momentos en los que pensar un tema y escribir sobre él se vuelve un deporte de riesgo, voy a navegar por los diferentes blogs y páginas que sigo y voy a extraer la información que me parezca más interesante o relevante. 

Aunque ya es un poco vieja, a principios de septiembre el señor Sanderson empezó la revisión final de su sexta entrega de Nacidos de la Bruma. La cantidad de novelas que acaba este hombre al año es sorprendente, sobretodo teniendo en cuenta que su primera novela (Elantris) fue publicada tan solo hace diez años. Un ritmo envidiable sin duda. De momento Ediciones B tiene publicado el primer spin off Aleación de Ley, pero la nueva saga de nuestros lanzamonedas favoritos aún no ha visto la luz en la lengua de Cervantes.



Por fin Ediciones B (parece que no salimos de ellos, oigan) han reeditado Hyperion y La Caída de Hyperion. Las ediciones son muy chulas, aunque no sé para qué arriesgarse con ediciones grandes cuando las de bolsillo ya les funcionaban perfectamente. En todo caso, es un must have así que no lo dudéis si no sabéis qué leer y esa es una espinita que tenéis clavada. 

Una noticia literaria pero que podríamos llamar transversal: la productora Lionsgate se ha hecho con los derechos de las historias de Kvothe y compañía, así que nos espera otra pequeña revolución de la fantasía dentro de poco tiempo. Según comentan en esta web, parece que esta compra de derechos tiene asociadas muchas cosas -probablemente aún sin desvelar del todo-, del estilo videojuegos, series de televisión y vete a saber qué más. En parte me alegro porque todo lo que sea llevar la fantasía a las masas desautoriza a aquellos que siempre se han quejado de que no hay novelas de fantasía de calidad; por otro lado me da miedo porque si la cosa se acaba convirtiendo en absolutamente mainstream puede perder su frescura e independencia. Si hace que los autores se batan el cobre para cada vez sacar mejores libros me parece fantástico, si lo único que se consigue es convertir a los autores en clones de otros autores que han tenido éxito en la gran pantalla... bueno, para eso ya tenemos las novelas juveniles, ya hacen bien su trabajo. 

Para terminar, más que una noticia es un canto a la esperanza, el señor Martin lleva bastante tiempo sin acudir a ninguna convención y de hecho ha cancelado la que tenía ahora en noviembre. Hasta febrero no tiene nada más, así que me gusta imaginar que está ahí dándole al coco y la pluma para acabar de matar a los pocos Stark que quedan con vida por Poniente y más allá. Habrá que esperar


martes, 13 de octubre de 2015

Sapkowski y los relatos

A nadie le sorprenderá a estas horas que me guste hablar de Sapkowski, lo considero uno de los más grandes de nuestra época, quizás hasta más grande que pesos pesados como Sanderson. Cuando estaba reseñando el último libro que me leí de él me quedé como con ganas de contaros más, además de discurrir sobre el tema de los compendios de relatos cortos. 

Yo no soy de relatos cortos, quizás sea porque las veces que lo he intentado no ha conseguido atraparme, o puede que simplemente yo no sea el público objetivo de este producto. Con Camino sin Retorno me pasó algo parecido, me quedaba encallado cuando acababa de leerme un relato, la idea de empezar algo nuevo y diferente puede que a algunos les haga gracia, a mí me da pereza. Ojo, disfruto como el que más a la hora de elegir el siguiente libro que toca leer, pero si en el mismo libro tengo diferentes relatos que hablan de temas tan dispares como este... pues me cansa y me da pereza leer.

A pesar de eso, como dije hace un mes, quiero cumplir mi promesa de leer un libro al mes, que tampoco es tanto. Así que decidido seguí leyendo y pude vislumbrar las razones por las que a la gente le interesa y gusta leer libros de relatos cortos. Cada veinte o treinta páginas tienes la misma sensación -en versión reducida- de la decisión de empezar libro nuevo, Además en este caso concreto me fui encontrando con relatos sorprendentes, historias frescas y rápidas sobre guerras, Alicias en un país no tan de maravillas y músicos de Bremen que protegían a la humanidad de las peligrosas bestias de más allá del velo.

Total, Sapkowski es un gran escritor de relatos, pero a pesar de eso sigo prefiriendo las historias largas, con sus arcos narrativos grandes y pequeños, sus personajes bien definidos y un ambiente dinámico pero sólido.

Disculpad que la semana pasada no escribiera en el blog, intentaré que no vuelva a pasar.
Paz.

martes, 29 de septiembre de 2015

Camino sin retorno de Andrzej Sapkowski

Título: Camino sin retorno
Autor: Andrzej Sapkowski
Editorial: Alamut
Año de publicación: 2010
Precio: 18.95€
¿Por qué? Veamos, es Sapkowski, considero motivo suficiente el leerme un libro de relatos de este tipo, Todo lo que escribe me transporta al lugar que describe, así que ¿por qué no?
Sinopsis: Realmente son un pequeño montón de relatos cortos, además, estoy preparando un post en el que quiero hablar algo más del tema, por lo que no adelantaré mucho de ninguno de ellos en este momento. 
Ambiente: es curioso cómo consigue el autor engancharte a cada línea, aunque sepas que la historia se va a acabar en breve. Te transporta en cada relato a un escenario diferente y todos están muy bien planteados.
Lo mejor: cada pequeño relato está trenzado de forma magistral, como sólo Sapkowski sabe hacer, aunque sean totalmente diferentes los escenarios. Desde una virulenta plaga de brujas, hasta una boda en el mundo de Geralt. Todo encaja y lo hace muy bien. 
Lo peor: Es una cuestión más editorial, pero hay que decirlo igualmente; sólo hay dos relatos ambientados en el mundo de Geralt de Rivia. Y sólo en uno de ellos aparece el propio Geralt. Saben a poco y bueno, te venden el libro como si todo fueran relatos de Geralt y no, no lo son. 

martes, 15 de septiembre de 2015

Trilogía de Lyonesse de Jack Vance


Título: Trilogía de Lyonesse (El Jardín de Suldrun, La Perla Verde y Madouc)
Autor: Jack Vance
Editorial: Gigamesh
Año de publicación: 1983/1989; 1985/1990; 1989/1992 
Precio: 24€ cada uno
¿Por qué? Descubrí esta trilogía casi por casualidad, leyendo un post de a saber qué blog en el que anunciaban la muerte de Jack Vance. Me leí un par de reseñas y la temática pre artúrica me atrajo sin dudarlo. En aquel momento también estaba construyendo una novela de temática pseudoartúrica así que creí que me vendría bien. 
Sinopsis: Las Islas Elder sufren las intrigas de poderosos magos, autárquicos reyes e inefables poderes. Los tres libros desarrollan la historia de unos cuantos personajes, que a la vez, están ligados firmemente con el futuro de las islas y su reinado. Poco a poco Vance desenvuelve, sin florituras pero con gracia, la trágica historia de los protagonistas y la tierra que pisan.
Ambiente: ¿Unas islas donde se mezclan mitología céltica, féerica, cristiana y vete a saber qué más? Sí, es aquí. ¿Un montón de reyes que representan perfectamente el color de la tierra que pisan? Sí, es aquí. Una mezcla bucólica y preciosa de conceptos quizás hoy en día demasiado banalizados.
Lo peor: quizás sea por el momento actual de la fantasía, o la evolución de los escritores, no sé, pero parecía una obra facilona. Te da la sensación de que sabes qué va a pasar y cuándo desde el minuto uno, a pesar de que en algunos momentos sorprende gratamente. El conjunto de la obra forma un tapiz mágico precioso, pero las fibras con las que está hecho no son de la mejor calidad. 
Lo mejor: el conjunto de la obra merece un diez. La narración es brillante a pesar de no tener florituras ni intentar llegar a una excelencia con el lenguaje, lo cual la hace muy sencilla de leer. Aunque no sea tan adictiva como las que nos regalan otros autores de fantasía actuales.

martes, 8 de septiembre de 2015

Vadeando el infinito

El otro día me desperté con otra triste noticia. Cerraron una librería en El Ejido, una librería que no conocía, nunca había oído hablar de ellos, quizás porque antes de abrir mi propia librería estaba un poco despegado de todo el ambiente cultural que envuelve a esta profesión. Aquí tenéis su página de Facebook, donde podréis ver la cantidad de autores importantes que han paseado por allí y la multitud de amigos que hicieron a lo largo de sus años de vida.

Como siempre que leo algo de este calibre se me encienden varias luces internas de alarma. Una de ellas es la de culpar a alguien, siempre tiene que haber un culpable: que si el gobierno y su asqueroso IVA inflado (aunque hay que recordar que los libros siguen teniendo un 4%), a los clientes de librerías, que nunca compramos o leemos bien poco (aunque hay que recordar que la libertad radica justamente en hacer lo que quieras), que si pirateamos mucho, que si no se qué.

En fin, aquello de echarle la culpa a otros de nuestros propios fallos es muy común, sobretodo cuando te duele. A mí me duele cuando cierra una librería y me ha dolido cuando han cerrado algunas, pero tampoco he hecho nada para evitarlo, ¿así que qué pasa realmente? Hay muchos factores a analizar, pero podríamos empezar con esta máxima:«Los libreros tenemos que decidirnos, renovarse o morir.»

Ya no sirven las mismas técnicas de antes, lleva mucho tiempo sin funcionar el vender sólo libros o el traer a autores para que firmen las últimas novedades. Esto les sirve a las grandes multinacionales, que venden libros por impulso, así, a paladas, a gente que probablemente lea uno o dos al año. Creo que hay que abrirse más a todo lo que rodea a la lectura y el mundo de la cultura.

Otra máxima podría ser «El lector es el que realmente tiene en su mano el sector, elija usted sabiamente». Hace unos años pensaba que una librería especializada podía funcionar (y puede hacerlo, pero si el local es suyo o no tiene que pagar alquiler/hipoteca de su casa por ejemplo), pero empiezo a dudarlo. Realmente la gente no lee poco, sólo que lee barato. Si una tienda online me hace un 5% de descuento y en la librería a la que voy cada semana no, probablemente siga yendo a la librería a la que voy cada semana pero me compre los libros en esa tienda online en la que me hacen el descuento. Y oye, que está todo el mundo en su derecho, es una cuestión de decisiones y gustos.



El otro día un cliente me confesaba que me había sido infiel con otra librería -palabras suyas, no mías-, yo no tengo ningún derecho a enfadarme porque mis clientes compren libros en otras partes (de hecho, no me enfado, aunque lo que le dije fue que si me tenía que ser infiel, lo fuera con otra de las librerías pequeñas de la ciudad, no con la cadena). Como en muchos negocios, en este de los libros se crea una co-dependencia lector/cliente con lector/librero en el que uno intenta satisfacer las necesidades del otro, así que seguro que más de un librero y de dos ya habrá vivido esta escena.

Para que nos entendamos, lo de la librería Sintagma es un producto claro de la crisis, pero no sólo de la crisis, también es un cambio de dinámica comercial y cultural. El libro en papel, si bien no está condenado a la desaparición, sí que está condenado al ostracismo, fuera de las pequeñas librerías que han tratado con tanto mimo el producto durante tantos años. Total, si en la tienda online X me sale a 5% de descuento y me lo traen a casa YA, no tengo que esperar... total, si en esta super cadena El Tajo Alemán me lo ponen todo tan bonito que no puedo resistirme... total, si me caes mal y no quiero comprarte libros a ti. Y ojo, no es una cuestión puramente personal de los clientes de librerías pequeñas, está todo barnizado con la cultura de la inmediatez que impregna nuestra sociedad.

El resumen de todo esto es que todos tenemos parte de culpa, el librero y el lector. Si uno se adaptara mejor (escuchando al cliente, mezclando sabiamente el fondo editorial y pensando en moverse a un mercado más transversal que no sólo incluya libros) y el otro tuviera claras sus prioridades (¿prefiero esperar 15 días más y darle el dinero al librero de la librería que me gusta o paso? ¿Me compensa ahorrarme 2€ con el descuento o pagarlos y charlar de libros con mi librero? etc.) la simbiosis necesaria sería mucho más fructífera y clara que lo que es hasta ahora.

Ninguna librería pequeña es capaz de resistir sólo vendiendo libros, creo que es una realidad bastante comprobada.




martes, 1 de septiembre de 2015

So... whats up bro?!

Madre mía, pues no hace tiempo ni nada. Para dejarme de excusas y leches os voy a contar qué narices he estado haciendo durante este año y pico que llevo sin pasarme por aquí, luego vosotros decidís si os parece algo interesante o me lapidáis amablemente.

Poco después de escribir el último post empezamos a pensar en montar una librería, de aquellas buenas, de aquellas frikis. Como todo aquel que haya montado un negocio sabrá, la cabeza se te transforma en un puto caos informe repleto de cifras, cosas por hacer y anotaciones apresuradas en la agenda, así que priorizas de forma extrema y acabas dejándote cosas por el camino... como estas páginas del exilio. 

Drakkar Llibreria ha sido el proyecto más ambicioso de mi vida y lo sigue siendo. Intentar montar una tienda en una ciudad nueva, con mucha ilusión pero la cabeza fría, está siendo el reto más flipante que me he encontrado en mis 30 años de vida (sí, ya lo sé, aparento menos, pero es porque me conservo bien). A los despistados les dejo una ración fuerte de spam de la tienda (sita en Tarragona): Facebook, Blog, Twitter, Google+.



«Oye tío, pareces ocupado ¿por qué narices reactivas esto?». Creo que ahora, más que nunca, es buen momento para las reflexiones literarias. Cada paso que das por las secciones de literatura de cualquier web ves claramente que la cosa está muy malita, jodida a saco vamos. La gente se desprende con una facilidad pasmosa de sus libros, de sus lecturas, para luego echarse a llorar por el cierre fulminante de la mitad de las librerías por las que ha pasado su vida. 

Trozos de historia viva cayéndose a pedazos en casi cada esquina de ciudades y pueblos. «¿Y tú has montado una librería? ¡Estás loco!» Lo sé, pero como he dicho, no es una librería al uso, es una librería friki y ahí radica la gracia, vendemos más cosas además de novelas. Sería para mí prácticamente imposible pagar la factura de la luz con lo que vendo de novelas (sólo la de la luz, ya no hablemos de las demás) y como soy librero de vocación, pues creo que voy a hacer el último intento, la última canción desesperada, el canto de sirena que pretende hablar sobre libros aunque sea una industria que, por desgracia, cada vez mueve menos.

Así que sí, volveré a hablar de libros por aquí, con la misma intención que tenía antes, alguna reseña por aquí, alguna reflexión pseudoinspirada por allá y esas cosas. Intentaré que el ritmo de publicación sea estable, aunque con la que tengo liada siempre entre juegos, libros y demás, puede que acabe siendo un tanto irregular. Por lo pronto, ya he modificado algunas de las cosas que tenía en la barra lateral y me propongo desde aquí leerme un libro al mes (es algo asumible en cualquier caso) para poder daros la tabarra con lo que se cuece por el mundo editorial.

Sin más, los nuevos sed bienvenidos por primera vez, los viejos amigos, gracias por seguir ahí.