jueves, 17 de octubre de 2013

Primera Página III - Al final siempre llueve

Ha sido mi primera novela, la primera que he terminado. Me he planteado diversas maneras de enfocar este post, quiero contar cosas para que sepáis de qué va y tal, pero no quiero desvelar demasiado, así que allá vamos. Hace bastante tiempo dejé un pedazo de la novela en un post, leedlo y luego volved. ¿Ya? Bien, esta novela trata de la historia de un hombre que tiene un bar. Sí, no hay nada fantástico en ello, nada de dragones ni hombres pantera, ni elfos ni zombies. 



Antonio García González es un tipo sencillo, solitario, inteligente y melancólico. Pero antes de explicar nada más de él quería comentar algunas cuestiones técnicas. La novela tiene siete capítulos, cada uno corresponde a un día de la semana; todo tiene un motivo. A la hora de parir la estructura dudé entre montarla así, a capítulo por día, o que fueran cuatro grandes capítulos con una semana cada uno. Esto presentaba más de un inconveniente ya que quería que la novela fuera para todos los públicos, fácil y rápida de leer, por lo que crear una megaestructura dentro de otra estructura más grande aún se me hacía algo más típico de la novela fantástica que del tipo de libro que quería escribir.

Así que empecé a pensar. La vida de Antonio da un par de giros importantes durante esta semana, que el lector no se sienta defraudado debería ser una de las prioridades a la hora de escribir. Por mucho que Antonio sea un tipo solitario, si durante ciento cincuenta páginas te explicara lo solo que está... quizás no llegarías ni a la veinte. La novela bebe de la vida misma tanto como un servidor ha podido plasmar, la vida de un dueño de bar en un pueblo obrero. Hay muchas particularidades que quizás sorprendan, pero puedo asegurar que no hay ni una coma, ni un punto y seguido de más; la vida en los bares de obreros de mi zona son así. 



Se trata de una novela sencilla, como su protagonista. Intenta plasmar tanto el paisaje urbano que tenemos hoy en día, como el paisaje interior de Antonio, sin que el lector se sienta abrumado o aburrido. Una semana en un bar de pueblo normal es prácticamente igual a la siguiente, a pesar de que las cosas se dicen de forma distinta y pueden contener información distinta, son lo mismo.

Os mantendré informados de los progresos. De momento ya está en manos de gente que espero me ayude a encontrar el camino hacia la publicación.

¡Un abrazo!

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