viernes, 14 de junio de 2013

Martes

Espero hablaros algún día con más profundidad de esta historia. No tiene nada que ver con la fantasía o la ciencia ficción, sino más bien con la cruda realidad. Os dejo un pedacito de la vida de Antonio García. ¡Buen fin de semana! 

Las calles estaban heladas, pero no con el hielo típico del invierno, profundo y áspero, sino con la insolencia de la helada primaveral; un frío que atenazaba el alma y dejaba sin esperanzas al cuerpo. Mientras caminaba por la despoblada acera iba escuchando los despertadores de los pisos cercanos, a la trémula luz de las farolas parecía que un director de orquesta hubiera dado la orden para comenzar una artrítica melodía. 

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